jueves, 29 de enero de 2009

ROSQUILLAS DE LA TIA JAVIERA

Nada menos que nuestro Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente se ocupó de las legendarias "rosquillas de la Tía Javiera" en un artículo publicado en ABC en 1950. Decía Benavente: "Por haber sido mi padre médico titular de Villarejo de Salvanés y por ser de allí mi madre, he tenido cabal noticia de la verdadera Tía Javiera y de su descendencia. Cuando yo nací (Benavente nació en 1866) ya no existía la Tía Javiera, que, en efecto, no había dejado ni tías ni sobrinas, pero si una sobrina segunda que todos los años, por San Isidro, venía a Madrid y tenía su puesto con las más legítimas rosquillas de Villarejo y de la Tía Javiera... No vestía la lugareña como las de otros puestos similares; vestía como una señora de pueblo y llevaba al cuello un collar de aljófar de muchas vueltas..."
La que conoció Benavente era auténtica sobrina de la Tía Javiera. Pero luego debieron ser varias las que vendían rosquillas de Villarejo, titulandose hijas o sobrinas de aquella. Hasta que una rosquillera de Villarejo se le ocurrió colocar en su puesto un cartel, que se hizo, famoso y que decía: 'Yo, como la auténtica Tía Javiera, no tengo hijas ni sobrinas'."

EL DICHO "DE LA PROPIA TIA JAVIERA" SIGNIFICA "AUTENTICO, LEGÍTIMO Y BUENO
Las famosas rosquillas de la verdadera tía Javiera, fueron muy populares en Madrid durante las fiestas de San Isidro. Iribarren afirma en su obra "El porqué de los dichos" que el nombre de la repostera y su producto ha venido a significar, familiar y metafóricamente, «lo auténtico, legítimo y bueno» (El porqué..., p. 320). Menciona un artículo que Jacinto Benavente publicó en el diario ABC de Madrid en el año 1950 t itulado «Las rosquillas de la tía Javiera», en el que se explica quién era esta aldeana de Villarejo de Salvanés, el éxito alcanzado con sus rosquillas y los intentos de otras mujeres que, queriendo hacer pasar su mercancía por la auténtica, dieron motivo al giro proverbial. La frase, típicamente madrileña, la encontramos dos veces en Fortunata y Jacinta usada en circunstancias muy parecidas. La primera vez cuando Santa Cruz consuela a su esposa por el timo sufrido al querer adoptar a un niño creyéndolo hijo de su marido: «-No te apures, mujer, ya vendrá el verdadero "Pituso", el legítimo, de los propios cosecheros o de la propia tía Javiera» (FyJ, 146). Más adelante, cuando Fortunata trae al mundo al auténtico Pituso, la joven madre recurre al popular giro para recalcar la legitimidad, no legal ciertamente, de su vástago, y explica a Guillermina: «-Este sí que es el "Pituso" legítimo, el de la propia tía Javiera, ¿verdad, señora?» (FyJ, 513).

4 comentarios:

Fuenlabreño dijo...

Hola!
Me gustaría saber si esta Tía Javiera se trasladó a Fuenlabrada, o la razón de porque históricamente se dice que la Tía Javiera, la de las rosquillas, era de Fuenlabrada, inclusó existió un establecimiento con su nombre y tiene una calle en su honor en el barrio de Loranca.
Gracias.

NewMoon dijo...

Hola!

La autentica Tia Javiera era vecina de Villarejo de Salvanés, y se trasladaba a Fuenlabrada a vender alli las famosas Rosquillas, de ahi que siempre haya habido confusión respecto a que municipio pertenecia.
Aqui en Villarejo también hemos disfrutado de ese producto hasta hace unos años.

Un saludo.

A.D.París dijo...

Quiero contestar a NewMoon.
No es bueno dar por cierto algo que debes de saber de oidas sin ninguna prueba verificada de lo que dices.
Sabemos que la Tia Javiera existió y era de Villarejo. Sabemos que sus rosquillas eran inigualables y en nada se parecen a las de Fuenlabrada, esto, el Hecho de que las dos rosquillas sean totalmente distintas ya dece que no salieron de las mismas manos y que tus afirmaciones no tienen sentido. Las de Fuenlabrada si hechas por una Tia Javiera distinta no debemos dejar que hagan sombra a las nuestras, únicas y genuinas y mientras no se demuestre lo contrario y como dice Jacinto Benavente Las verdaderas Rosquillas de la tia Javiera son de Villarejo de Salvanés sin lugar a dudas

Anónimo dijo...

El padre de la Tia Javiera era un rosquillero de Fuenlabrada. Es más probable que ella también lo fuera y se comercializara en Villarejo.