jueves, 25 de marzo de 2010

Yacimiento arqueológico de Santa María.

     El yacimiento arqueológico de Santa María, situado a unos 5 km. de Villarejo de Salvanés, es uno de los yacimientos más importantes de la Comunidad de Madrid. Los restos encontrados por un equipo de arqueólogos, contratados por el Ayuntamiento, han demostrado que por aquellos lugares habitaron gentes de civilizaciones que abarcan desde la edad del Bronce Medio (periodo Calcolítico, año 2500 antes de Cristo), hasta los asentamientos islámicos (siglo XI).
     Cuenta Rosa María Moreno, directora de la excavación, que fueron los propios vecinos quienes les informaron de lo que se escondía en el subsuelo del paraje conocido como Santa María, mientras ella y su equipo restauraban el Torreón del Castillo, otro resto importante de las civilizaciones que pasaron por Villarejo. Días más tarde fue el mismo propietario del terreno quien les informó sobre las vasijas y la cerámica que aparecían en sus tierras. Después de consultarlo con el Ayuntamiento decidieron solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid el permiso para efectuar una intervención arqueológica. En 1992, con los permisos en la mano, el equipo de arqueólogos comenzó las primeras excavaciones. Desde entonces han puesto en marcha seis campañas y los restos aparecidos hacen suponer a estos especialistas que el yacimiento de Santa María "podría suponer el primitivo asentamiento de Villarejo", afirma la directora de las excavaciones, "Estos restos demuestran un asentamiento estable e ininterrumpido durante más de 4.000 años", añade. Los datos aportados en las excavaciones reflejan que el sector de más antigua ocupación lo constituye una elevación, de una altura de casi 700 metros sobre el nivel del mar, que los arqueólogos han denominado Castro, rodeada de por tres recintos amurallados. En la primera de las campañas, desarrollada en 1993, apareció el primero de los hallazgos, un enterramiento cuya antigüedad se remonta al periodo Calcolítico, en plena época del Bronce Medio.
     Este primer descubrimiento se localizó próximo a una necrópolis carpetana (pueblo de origen ibérico), desenterrada en catas posteriores. Sin embargo, la campaña fechada en 1995, ha sido la que ha sacado a la luz los restos más valiosos y más próximos a la época actual.
     Al norte del yacimiento se descubrió primero un horno cerámico y varias construcciones y, posteriormente, una calzada cuya antigüedad ha sido datada por los expertos como correspondiente a la época Romano-Altoimperial, hacia los siglos III al IV. También apareció un importante desarrollo urbanístico con calles rectilíneas orientadas de norte a sur y de este a oeste, con restos de casas situadas a ambos lados de las calles. La zona este dejó al descubierto otros dos enterramientos, varios silos y diversos materiales que confirman la existencia de un importante asentamiento islámico, en torno a los siglos IX al XII. Esta importante aparición de restos de un abanico tan amplio de épocas ha sido la que para los arqueólogos ha resultado determinante a la hora de afirmar como muy posible que Santa María "fuera, en su día, el primitivo asentamiento de Villarejo".
     Sin embargo, descubrir toda la cultura que se escondía en el subsuelo de Villarejo de Salvanés no ha estado exento de problemas, principalmente económicos. La falta de presupuesto y la ausencia de subvenciones, salvo las pequeñas aportaciones municipales, hicieron peligrar las campañas de extracción, hasta el punto de que durante dos años las excavaciones estuvieron suspendidas. Los arqueólogos explican que aunque el Gobierno regional, a través de la Dirección General de Patrimonio, nunca ha negado los permisos, aseguran que no han contado por esta parte con el "apoyo económico necesario".
María Victoria Marín, nueva directora de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, explica que el Gobierno regional ha estado en todo momento pendiente de este yacimiento "aunque las subvenciones no siempre hayan coincidido con lo solicitado". Esta falta de liquidez motivó que los trabajos se suspendieran en 1996 y 1997, cuando tanto los arqueólogos como el Ayuntamiento tuvieron que buscar dinero en todos los organismos posibles, "incluso promotores privados".
     Lo encontraron a finales de 1997. Su procedencia era la Unión Europea, dentro del programa Rafael para proyectos de investigación y conservación del Patrimonio Arqueológico. Últimamente las labores se han centrado en dar a conocer los restos hallados.

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